Respiración a presión positiva intermitente (RPPI)
Cuando un paciente está ventilado artificialmente por una traqueotomía o tubo endotraqueal existen varios factores además de la enfermedad subyacente que le predisponen a un aumento de secreciones bronquiales y a infección pulmonar. Estos factores son:
- La incapacidad de toser efectivamente
- Ausencia del mecanismo de suspiro profundo
- La presencia de un tubo que irrita la mucosa
- La tendencia de la sequedad de secreciones con formación de tapones y a la infección por la eliminación del trato respiratorio alto.
Todos los problemas mencionados anteriormente pueden reducirse al mínimo por medio de una humidificación adecuada, aspiración traqueal y cuidando de mantener precauciones estériles.
Sin embargo, muchas veces es necesario ayudar a eliminar las secreciones, siendo el método más efectivo la hiperinsuflación manual, con vibración toráxica: el paciente se coloca de costado, se desconecta del respirador el tubo de traqueotomía o endotraqueal y se le conecta a un balón de insuflación. Se aprieta el balón insuflando el tórax con una inspiración lenta y profunda que estimula la completa aireación de los alvéolos. Tras mantener la inspiración profunda un momento, el balón se relajará rápidamente para permitir un flujo espiratorio alto. La fisioterapeuta pone sus manos sobre el costado en la base de la caja torácica y empieza a comprimir fraccionadamente el tórax, al final del periodo inspiratorio antes de que el balón se relaje. Se consigue la máxima efectividad cuando la sincronización entre estas dos personas es perfecta. La compresión del tórax, reforzando el flujo espiratorio elevado, contribuye el movimiento de las secreciones desde la periferia del pulmón hacia las vías aéreas principales. Se hacen aproximadamente 6 respiraciones profundas con vibraciones torácicas, empezando por la base del pulmón; esto se sigue de una aspiración. Esta precederá a la hiperinsuflación si existen secreciones en las vías aéreas grandes. Si el paciente esta consiente y puede colaborar, se le anima a que intente toser activamente cuando el catéter de succión esta introducido y al mismo tiempo la fisioterapeuta vibra el tórax para ayudar a movilizar secreciones.
Todo este procedimiento se repite 2 o 3 veces con la fisioterapeuta vibrando primero sobre el área basal, después cuando esta zona esté ya limpia, sobre las medias y superiores si hay secreciones.
D.V. Gaskell y B.A. Webber. Fisioterapia Respiratoria: guía del Hospital Brompton. EUNSA. Ediciones Universidad de Navarra, S.A. Pamplona. Páginas 215-218
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